QUINTÀ escribió:UNAS NOCIONES SOBRE ROSCAS Partamos de la base que no soy un experto. Todo lo que se me lo he ido aprendiendo por necesidad, porque lo precisaba para el mantenimiento de la maquinaria de mi taller y porque es muy frustrante ir a una ferretería y que el dependiente novato no te solucione el problema y el veterano (si es que aún no se ha jubilado) te mire por encima del hombro como si fueras un paleto... Por lo tanto, no esperen un gran rigor técnico...Pero, eso si, procuraré decir lo que considero que es verdad.
TIPOS DE ROSCAS
Hay muchos tipos de roscas...Para distintos fines. Desde las “hechas a medida o gusto del tornero” que antiguamente era habitual encontrarlas, -hoy por suerte se ha estandarizado-, hasta las de doble o triple hilo de perfil cuadrado... Las hay de paso muy corto para dar gran resistencia y las hay de paso muy largo para dar velocidad de accionamiento a un mecanismo...Pero por hoy, vamos a lo corrientillo que se usa habitualmente.
Para empezar a entendernos, digamos que hay dos tipos diferente en virtud de que las medidas sean métricas o imperiales (en pulgadas). Hay que decir que los dos tipos además de diferenciarse en la unidad de medición, son diferentes por el modo de medirlas.
ROSCAS MÉTRICAS
Las roscas métricas se miden lógicamente en milímetros y los dos parámetros que se usan son: El DIAMETRO (medida exterior de la barra maciza que se usa para hacer el tornillo) y el PASO (la distancia que media entre un hilo y otro).
Veamos ejemplos: M 8x1,25 es lo mismo que decir rosca métrica de 8 mm. de diámetro y de paso de 1,25mm. (O sea que el diámetro teórico exterior es de 8mm. y entre "cresta y cresta” de la rosca hay 1,25 mm). Estas son las medidas de un tornillo métrico ocho “normal” o sea el corriente que os darán en cualquier ferretería si les pedís solo eso: Métrico 8. Otro ejemplo: M 8x1,00. Pues lo mismo: diámetro exterior 8, pero entre hilo e hilo, media 1 mm. Esto seria el métrico 8 fino normal y corriente. Pero la cosa no para aquí...en un catálogo que tengo a mano hay M8x0,50 – M8x0,75 – M8x1,00 – M8x1,25 – M8x1,50... O sea que hoy en día no hay motivo para inventarse una rosca, ya está todo inventado, je je je...Bueno, sí, siempre se ve algo nuevo...Hace poco descubrí una querida carabina PCP que tiene el depósito de aire en medidas imperiales, por lo tanto la medida exterior de la rosca en pulgadas y el paso MÉTRICO!!! ¡Vivir para ver!
ROSCAS IMPERIALES
En este apartado se incluya el resto, pero así como en métrico está todo unificado, aquí hay gran variedad de tipos de roscas. La popular rosca Whitwort (BSW – British Standard Whitwort), la fina BSF (British Standard Fine), la BA (British Association), la BSP (British Standard Pipe) conocida como rosca Gas (es la que nos encontramos a menudo en los PCP, en válvulas, conexiones, etc), la BSPT (Rc) British Standard Pipe Taper. (Gas cónico), la UNC (Se conoce como Rosca Americana Unificada) –corriente en armería-, UNF (Rosca Americana Unificada Fina) –se puede encontrar en armas de aire comprimido-, La UNEF (lo mismo pero Extrafina) –El silenciador de los Storm usa una de esas-, la NPS, la NPT, la Pg, y yo que coño sé cuantas más...
Las roscas que se miden en pulgadas, tienen la particularidad que el diámetro se mide igual (pero en pulgadas, claro), pero el paso se indica contando el número de hilos que entran en una pulgada (25,4 mm). O sea, que por ejemplo una rosca de ½-12h equivale a algo así como un tornillo que mide de diámetro exterior teórico media pulgada (12,7 mm) y que si pudiéramos contar los hilos de rosca que entran en una pulgada (25,4 mm.), serían 12. Esto si fuera con la “mentalidad métrica”, diríamos 12,7x2,116666666....Una coña, verdad?.
Desde luego, que no es fácil apreciar “a ojo” lo que tenemos delante. Muchas veces nos orientará la procedencia de la máquina para empezar a busca la medida del tornillo que se nos “ha pasado”.Por ejemplo si tenemos un tornillo de 5/16-22h (7,9375x1,1545454545) y no disponemos de bastantes hilos para, mediante una galga cuenta-hilos determinarlo con exactitud y no pensamos que se fabricó en Yunaited Quingdom podemos tener la tentación de meterle mediante “leve esfuerzo” un métrico 8x1,25. Bueno, quizás no sea un buen ejemplo porque seguro que no entraría, pero a la inversa quizás, si...O sea que ante la menor resistencia al avance o una holgura escandalosa, (si los hilos se ven bien) mejor no insistir, que seguro nos colamos...
Es sabido que los “ingleses” tienen sus peculiaridades y a veces se complican la vida de un modo que a nosotros nos parece innecesario... Un ejemplo es la denominación de los calibres de escopeta... Os habéis fijado que cuanto mayor es el tamaño del proyectil, menor es el número que lo describe? Como ejemplo: El calibre 12 tiene mayor diámetro que el 16. Aun que no venga al caso y que la mayoría ya lo sabéis hay que decir que se llegó a esa lógica a base de decir: Si una libra de plomo la dividimos en doce partes y hacemos bolitas...pues sale esto y si la libra de plomo la repartimos en 16 bolitas iguales, sale esto (más pequeño, claro) ¡Habrá cerebros complicados!
Pues lo de las roscas le va a la par... Se han inventado variedad de familias de roscas que más o menos tienen una manera de entenderse común, pero además el sistema GAS – (BSP – British Standard Pipe) y Rc (Gas cónico) tiene su particular peculiaridad.
En los sistemas W, BSF, UNC, etc., cuando se denominan de ½ pulgada, todos tienen un diámetro exterior teórico de 12,7 (media pulgada), lógico!!! Pero en las roscas para Gas el citado diámetro es de 20,955 mm.!!! No os podría explicar en detalle los motivos por los cuales se llegó a esta feliz resolución, pero creo que tiene que ver con que esta rosca es la idónea para un tubo que tiene un “bujero” de media pulgada...je, je ,je!!!
Vamos al grano:
¿QUÉ ES?
Ante un tornillo desconocido cabe hacerse unas preguntas. ¿A que engendro mecánico pertenece? ¿En que parte del mundo se fabricó el trasto? ¿Es algo concreto, automóvil, arma, máquina de imprimir...- Se sabe que hay tendencia a usar unos tipos de rosca determinados en algunos tipos de máquinas-?. Tras estas preguntas que nos pueden indicar “por dónde van los tiros”, hay que proceder a medir el diámetro exterior del tornillo. (Si lo que tenemos es sólo una tuerca, la cuestión es más peliaguda...) Como ejemplo tenemos dos tornillos parecidos.
Los dos tienen una medida algo inferior a 8 milímetros. En este caso 7,85 y 7,80. Teniendo en cuenta que las roscas no acaban en punta cortante sino que tienen la arista redondeada, y mengua algo la medida teórica, yo diría que son métrico 8, a pesar de que también pueda parecerse a un 5/16 de pulgada que en milímetros serían 7,9375... (Hay que aclarar que también podemos encontrar leves diferencias según la calidad del mecanizado, del desgaste y del tornillo en general)
La siguiente prueba del algodón, pasa indefectiblemente por poseer una galga a propósito para contar los hilos de rosca en métrico y en imperial preferiblemente para descartar totalmente posibles dudas.
Empezamos con el que tiene los hilos más prietos, directamente probamos con galgas métricas y “bingo” encaja perfectamente la de 1 mm., pero para seguridad probamos con las imperiales y...pues no, lo que más se parece es la de 26 hilos por pulgada, pero si nos fijamos, no alcanza a encajar perfectamente en toda su longitud. Cabe señalar que en tornillos cortos podemos tener más dudas.
El otro, mediante procedimiento similar, constatamos que la galga que encaja es la de 1,25. Entonces tenemos dos tornillos métricos. Uno en métrica 8x1,00 (fina) y el otro 8x1,25 (normal).
A continuación os pongo unas tablas de roscas. Importante es la última columna que indica el diámetro de la broca para practicar el agujero que vamos a roscar. Tomad en cuenta que son las medidas ideales, pero probablemente no encontreis fácilmente brocas adecuadas. Si una pone 4.20, perfectamente podeis usar la de 4.25, que si es corriente. Y si pone 7.80, no pasa nada si agujereamos con broca de 7.75.
ROSCAR
Sabemos que se puede roscar a torno, pero este no es el momento.
Para roscar a mano, lógicamente se necesitan herramientas. Si pretendemos hacer una rosca hembra, la que tienen las tuercas para entendernos, precisaremos de un macho, o mejor dicho, un juego de machos. Para darle rosca a un tornillo, o sea para hacer una rosca macho, precisaremos de una terraja.
Las terrajas son esos cilindros chatos que en el centro poseen la rosca labrada, interrumpida por unos agujeros (normalmente 4) que sirven para el desalojo de las virutas desprendidas de la mecanización de la rosca.
Su manejo es tan simple como hacerlas girar mediante el mango apropiado media vuelta en sentido de la rosca, (normalmente a la derecha, pero existen también roscas en sentido inverso -izquierdas- para aplicaciones especiales) y a continuación un cuarto de vuelta a la inversa. Esto se va repitiendo hasta llegar a la profundidad requerida. Nadie me ha explicado las razones exactas de este proceder, pero supongo que es para que se rompa y desaloje la viruta, lo que si es constatable es que con este proceder se avanza mucho mejor que girando continuo en el mismo sentido y la rosca queda mejor. Es importantísimo “encarar” perfectamente la terraja al empezar para que la rosca quede totalmente concéntrica al núcleo del tornillo.
Una manera de conseguir esto con gran exactitud, para los que dispongan de torno, es proceder como en la foto siguiente. El tornillo sujeto en el plato del torno, que estará desconectado de la tracción mecánica permitiendo su giro a mano. La terraja en su mango, centrada al núcleo del futuro tornillo, un extremo del citado mango que apoye en algún lugar a propósito para que no gire y el porta brocas, insertado en el lugar del contrapunto, apoyado en el lado opuesto. Con la mano izquierda accionaremos el plato y con la derecha empujaremos la torreta del contrapunto que soporta el porta brocas que lógicamente debe estar suelto de la bancada y se desliza libremente sobre ella. La total perpendicularidad de la cara frontal del porta brocas evitará que la terraja empiece el tallado con la más mínima desviación y la rosca se mantendrá concéntrica al ánima del tornillo en toda su extensión. Cabe decir, que por comodidad, es mejor practicar así sólo los primeros hilos y una vez “encaminada” la herramienta, continuar a dos manos con el tornillo sujeto verticalmente en el banco de trabajo, de forma tradicional, como en la foto anterior.
Los machos, son una especie de tornillos con tres rebajes longitudinales para el desalojo de la viruta producida al cortar. Disponen de un mango acabado en un cuadradillo para fijar el giramachos. Al igual que las terrajas, están fabricados en aceros especiales para herramientas de corte y debidamente templados.
Los machos, si son para accionar a mano, (a diferencia de los específicos para roscar a máquina, que son únicos) son un juego de dos o tres piezas, dependiendo de tipos de roscas. Los de la foto, que son para rosca métrica, forman el grupo tres herramientas que tallan la rosca “por partes”. El primero a pasar es el de menor diámetro y entrada más suave (el de la parte baja de la foto). A continuación se pasa el siguiente que ya prácticamente tiene la medida de rosca adecuada pero su entrada es aún bastante cónica. Para finalizar, se pasa el de acabado que deja los hilos pulidos y a la medida exacta.
La forma de proceder, como en el caso anterior, también es recomendable sea girando media vuelta hacia delante y un cuarto hacia atrás, por las mismas razones expuestas. Hay que procurar que el macho entre totalmente recto, alineado con el eje imaginario del agujero.
Igualmente, para lograr una más perfecta alineación con el agujero previamente practicado (a la medida adecuada, según tablas adjuntas), si disponemos de torno, podemos sujetar la pieza en el plato y el macho en el porta brocas y a mano hacer de modo parecido los primeros hilos hasta considerar que no existe posibilidad de desviación posterior, para luego continuar en el tornillo de banco.
En esta foto pueden verse diferentes tipos de mangos giramachos, los clásicos de diferentes tamaños, a usar según tamaño de las herramientas de tallado. El de la parte inferior con mango en forma de cruz, es para acceder a lugares alejados, como la parte interior de la bancada de una máquina. El de la derecha, más sofisticado, de mango en cruz, dispone de mecanismo de chicharra con botón para accionamiento a derecha, a izquierda y en la posición central permanece fijo para trabajar como uno convencional.
Es interesante usar el giramachos de tamaño adecuado, pues de usar una demasiado grande (mucho brazo de palanca) con un macho pequeño, podemos hacer imperceptiblemente demasiada fuerza ante una dificultad de avance (agarrotamiento o llegada al final de un agujero ciego, por ejemplo) y quebrar este.
En esta foto, podemos apreciar varios mangos para terrajas. Dependiendo del tamaño de la rosca a tallar, la medida exterior de la herramienta, varía. Y por cierto de forma algo caótica, por lo que es necesario tener varios de estos aditamentos. Podemos verlos de diferente factura, incluso el más grande de la parte superior de la imagen, de fabricación casera.
Para trabajar materiales especiales, aluminio, inoxidable, etc., es recomendable lubricar las herramientas de corte con productos adecuados que hoy en día se pueden encontrar en spray, pero que hablando con mecánicos veteranos, suelen recomendar cosas curiosísimas... (Agua jabonosa, aceite de oliva, etc. y una que os juro no logro recordar, pero cuando me lo contaron despertó mi hilaridad!!).
De todos modos, a nivel privado, para el bricolaje casero, -supongo que serán bricoladores los condescendientes lectores de esta parrafada de un bricolero- no es necesaria mucha sofisticación. Con cuidado, tiento, paciencia, desatorando a menudo la viruta si es necesario (en aluminio, seguro) y SUERTE, haréis unas magníficas roscas sin sofisticados aditamentos.
Si se os rompe un macho dentro del agujero, además de acompañaros en el sentimiento, os diría que moderéis el lenguaje y procuréis que no os oiga nadie, que queda muy feo.
Si podéis desechar la pieza y hacer una nueva, es la mejor solución. ¡VAYA CONSEJO! Si es insustituible, que Dios os ampare. Se que hay extractores de machos rotos en ferreterías especializadas, pero confieso que no los he usado nunca.
Si probáis golpeando con cuidado en sentido de desenroscar con un punzoncito inclinado y un martillo, sobre la parte rota del macho y este empieza a moverse...y sigue moviéndose y cuando sale un poco lo agarráis con unos alicates y lo acabáis de sacar....Pues yo os recomendaría que os acercarais a la lotería más próxima o al quiosco de la ONCE de la esquina y os gastarais unos euros a gusto, pues indudablemente tenéis la suerte de cara.
Si no anda, y seguís a martillazo limpio entre maldiciones y sudor frío..., Igual el acero templado del resto de macho se va desintegrando y saliendo a cachitos...Y deja el agujero expedito. Ahora bien, el aspecto seguro que será descorazonador y quizás la única solución será retaladrar y roscar a una medida superior si es que las circunstancias lo permiten.
Acabamos mal, lo siento. Pero no se desanimen que esto sólo pasa una vez cada...vez, vaya!!!
Nada, que es entretenido y gratificante. Y amplía el campo del bricolaje de forma espectacular el saber tallar unas roscas.
Josep Ribas, QUINTÀ